18 marzo 2009

la historia que te debo

La cuestión no puede ser una mera descripción, esto no es una revista porno.
Debe ser solo un poco vulgar, lleno de adjetivos sonoros, y palabras que rimen. Ya no vale decir que su verga me penetró hasta el fondo y tuve 4 orgasmos, tampoco se vale contar de su lengua y mi vulva rasurada, para qué narrar que me atraganto con su pene hasta las lágrimas.

NO, esta no es una historia de aquellas!!
Debiéramos hablar de pezones erectos, de oscuros movimientos desconocidos, obscenas fantasías a media luz, lúbricas posiciones que rozan huesos.
Aunque yo quisiera hacer poemas que no suenen tan siúticos, hablar de amor aunque no sepa como, rozarte apenas con mis palabras, hacer versos con poca cursilería. Pero una es miedosa en cuestiones del querer, y por lo demás querer sola tampoco se vale.

Tengo historias añejas, tú mi alumno pidiendo enseñanzas calientes, una roca resistiendo mi balanceo furioso, yo tu profesora asfixiada por tus manos…..pero eso ya lo escribí.

También nos vimos una vez en invierno y en el sillón de tu abuelo te fuiste en mí con un aleteo de pajarito, yo moje tu vientre con abundancia. Te amé un poco esa noche pero debes olvidar que dije eso.

Se repiten historias escandalosas, noches obscenas….la noche en que fui tu hombre, cuando te tuve de rodillas frente a mí, mi pelvis golpeándote, tus caderas entregándose…nalgadas, mordiscos….tu culo entero para mí, quise ser hombre, penetrarte, follarte, entrar en ti, sentir al revés, tirar tu pelo y embestirte con una verga inventada, oír tus quejidos de dolor, devolverte los placeres.
Cogerte…
Cogerte…
Cogerte…
Tiendo a recordarte como esa noche, pero no puedo contar esa historia porque es un secreto entre tú y yo.
Y ahora debiera escribir de la última vez, sé que esperas que escriba del orgasmo que nos conectó con la luminancia, de ese momento de espacio sideral que hubo sobre nosotros, de tus estertores y los míos, sentí tu esperma estallándome dentro, te cubrí con mis brazos para no dejarte ir, temí que volaras como Remedios la Bella, tu pecho explotó, brotaste por cada uno de tus poros, fuiste primavera invierno y verano, te derrumbaste, me llevaste, YO TE ABRAZO Y TE SIGO, fuimos un estallido, de luz, una erupción, un nacimiento y una muerte fulminante. Un charquito, un halo de luz. Nada y todo, llenos y vacíos a la vez.
Y de nuevo te amé pero no se lo digas a nadie que yo ya lo olvide.

Si quieres saber algo te puedo contar que me mojo cada vez que te pienso, a veces también me duelen los pezones. Que cuando vengo de ti vuelvo satisfecha y feliz, que me quedo pegada pensando en todo lo que me haces, que me río sola.
Eres como un concierto de Los Jaivas pero con el Gato, como comerse una ciruela dulce y jugosa, o comprarse un par de zapatos nuevos y que no te duelan los pies, eres insignificante y trascendente como solo yo puedo llegar a ser….

1 comentario:

Ema dijo...

Admiro tu atrevimiento, en ocasiones necesito de esa libertad, desahogo tan literal... debe ser que soy más de ocultar.
Me gustó mucho lo que escribes, NO PARES! qué estés bien